Todos somos muy conscientes de la utilización en nuestra vida diaria de muchos productos que no sabemos dónde acaban. Y muchos de esos objetos son no biodegradables, es decir no tienen capacidad para descomponerse en las sustancias químicas que los forman en un corto periodo de tiempo de forma que puedan reintegrarse en la tierra.

Por lo tanto, tardan años o incluso siglos en descomponerse y, mientras lo hacen, liberan sustancias tóxicas y dañinas para el medio ambiente.

No nos damos cuenta pero cada día en nuestra vida diaria utilizamos productos tanto no biodegradables como biodegradables y muchas veces ni siquiera nos planteamos la repercusión que puede tener para el medio ambiente el uso de los primeros.

Gestos tan cotidianos como tirar una colilla al suelo tienen una gran repercusión en la sostenibilidad del planeta. Debemos empezar a tomar conciencia de esto, ya que si no lo hacemos en unos años el planeta será inhabitable.

Para ello debemos reducir el uso de productos no biodegradables al mínimo imprescindible y además aprender a gestionar los residuos que este tipo de productos generan. Por eso siempre desde EcoFrog animamos a nuestros clientes y amigos a tener conciencia con el medio ambiente partiendo de hechos tan cotidianos como poner una lavadora o limpiar nuestras viviendas. Y es que EcoFrog es un sistema de limpieza ecológico  que no  produce residuos de envases plásticos ni se usan productos químicos que se viertan posteriormente al medio ambiente.

Siempre hemos tomado buena nota de ello y somos respetuosos con el medio ambiente. Al no utilizar detergentes no se contamina y no provocamos vertidos químicos ni se generan desechos de envases y por lo tanto la necesidad de trasportarlos.

¿Sabes cuánto tardan en desaparecer los productos que utilizamos?

Compartimos con vosotros algunos ejemplos de productos que usamos a diario y que tardan un largo periodo de tiempo en degradarse son:

• Los chicles pueden tardar hasta 5 años en descomponerse.
• El acero y el plástico pueden tardar en desaparecer hasta un siglo.
• Los envases de los aerosoles tardan hasta 30 años en eliminarse.
• Las bolsas de plástico necesitan unos 150 para desparecer.
• Las pilas, además de ser altamente contaminantes, destacan por su capacidad prácticamente nula de degradación.
• Las colillas pueden tardar hasta 2 años en desaparecer.
• Las latas de comida tardan más de 300 años en degradarse.

Así y con estos datos no hay más que decir. Utiliza productos que ofrezcan ventajas de usar materiales biodegradables, o al menos productos que no necesiten de otros no biodegradables para realizar su función es fundamental.

Las compañías como EcoFrog están cada vez más preocupadas por fabricar productos biodegradables, reciclables y que cuiden del medio ambiente. El aumento de la conciencia medio ambiental ha influido mucho centren gran parte de sus esfuerzos en desarrollar productos ecológicos y respetuosos para que todos podamos usar en nuestro día a día.