¿Puedes imaginarte una vida con el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple? ¿Imaginas una vida con una sensación de gripe que no remite, de trastornos importantes de concentración y memoria, dolor en articulaciones y/o músculos, alteraciones del sueño, dolor de garganta, inflamación de ganglios, inestabilidad ortostática (no poder estar de pie y desmayarse con facilidad). ¿Imaginas también tener una sensación febril e intolerancia a la actividad física, que provoca un malestar muy prolongado, de días, semanas o, incluso, meses, tras un esfuerzo?

¿Seguimos? ¿Imaginas no poder viajar en medios de transporte público, permanecer en lugares públicos de obligada asistencia: oficinas para realizar trámites, consultas médicas, y otros lugares como supermercados, tiendas, cines, restaurantes…?
Tampoco poder utilizar aseos públicos, caminar o pasear por calles que estén siendo asfaltadas, o cuyas aceras estén siendo reparadas, o con mucho tráfico por parques o jardines que estén siendo fumigados, abonados…
Y ya que estamos, ¿imaginas no poder visitar a tus amigos o familiares?

¿Cómo y cuándo aparece el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple?

Todas estas son las limitaciones que sufre una persona con Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (SQM) cabe destacar que entre las personas afectadas hay un predominio de mujeres.